Esta idea se desarrolla en Plena inclusión España con la colaboración de Plena inclusión Comunidad Valenciana. Su personas de referencia son Fátima Álvarez y el Grupo Asesor Comité de Ética (Plena inclusión Comunidad Valenciana).
El objetivo es formar a personas con discapacidad intelectual en ética para contar con sus reflexiones y su mirada en la actividad del Comité.
Aprovechando la existencia en la Comunidad Valenciana de la Escuela de Pensamiento Libre, se realizó un amplio curso sobre Ética en el que participaron personas con discapacidad intelectual habituadas al diálogo y a la reflexión sobre temas complejos. El curso se realiza a cargo de Plena inclusión Comunidad Valenciana a propuesta del Comité de Ética de Plena inclusión. La formación es impartida por Fátima Álvarez, miembro de la Asociación Filosofía para Niños de la Comunidad Valenciana y de la Asociación EPL-Escuela de Pensamiento Libre.
En esta experiencia participaron 15 personas con discapacidad intelectual. Se trabajó con la misma pedagogía que también se utiliza en la Escuela de Pensamiento Libre, que es participativa y dialógica. Por lo tanto, toda la formación se hizo a través de dinámicas que nos permiten, partiendo de lo más cotidiano, llegar a reflexionar, dialogar y deliberar sobre temas complejos; como es el caso de la ética.
Resultado:
El resultado ha sido la selección de cuatro personas (Cristina Gijón, Vanesa García, Teresa Sánchez y Javier Royo) para formar parte del equipo asesor del Comité de Ética de Plena inclusión. De esta manera se culmina la meta de contar con la mirada, la reflexión y la aportación de las personas con discapacidad intelectual en el propio Comité de Ética.
Esta experiencia enseña que toda iniciativa relacionada con las personas con discapacidad intelectual ha de contar necesariamente con sus valiosas aportaciones. Y que, con las herramientas adecuadas, es posible que las personas con discapacidad intelectual participen, aun cuando se trate de temas cognitivamente complejos.
En este sentido, creemos que puede interesar a toda entidad o institución que trabaje con personas con discapacidad intelectual. Las cuestiones éticas no solo son tema de comités, sino que están en nuestra vida habitual. Que las personas con discapacidad intelectual reflexionen sobre ello forma parte de su empoderamiento.