La Fundación Gil Gayarre es una organización que desde hace 65 años mantiene un compromiso firme con las personas con discapacidad intelectual y sus familias. Desde sus orígenes nuestra organización siempre ha estado evolucionando y transformándose para adaptarse a las necesidades de las personas y a las demandas sociales, siendo promotora de cambio e innovación.
A finales de 2019 se inicia un nuevo proceso de transformación derivado tanto de cambios a nivel interno: renovación del patronato, relevo generacional en la dirección general y equipo de dirección; como a nivel externo: digitalización, derechos, el valor de la diversidad y los objetivos de desarrollo sostenible. Siendo fieles a nuestras señas de identidad y a nuestros valores, damos un paso más en la evolución y desarrollo de la organización, reconociendo la gran labor que se ha hecho hasta ahora que nos ha permitido ser lo que somos y estar donde estamos, pero a la vez construyendo, de manera proactiva, el futuro de lo que queremos ser.
Después de un profundo análisis y diagnóstico de la situación interna y el contexto de la organización, surge “Nuevos retos”, un proceso de transición cultural y liderazgo que tiene como objetivo principal desarrollar un nuevo modelo organizativo coherente con el paradigma de atención centrada en la persona y en la familia. Esto implica avanzar desde un modelo mental y organizativo enfocado en el sistema y en la gestión de la estructura de centros y servicios, hacia un modelo basado en las necesidades y deseos de las personas con discapacidad y sus familias.
Como objetivos específicos nos planteamos
- Evolucionar de un Modelo de intervención a un Modelo de autonomía y acompañamiento. Las personas con discapacidad y sus familiares son los protagonistas de vuestras vidas y los profesionales, ponemos a su disposición nuestro conocimiento y experiencia para orientar y acompañar su proyecto de vida
- Nuestras actuaciones estarán centradas en las personas y no tanto en el centro o servicio de referencia. Lo prioritario son las necesidades y deseos de la persona y su familia, de tal manera que los centros, proyectos, servicios y actividades se adaptarán a las personas y no al revés.
- Avanzar del modelo institucional al modelo de vida en comunidad. Las personas con discapacidad como ciudadanos de pleno derecho necesitan y desean relacionarse con otras personas y llevar a cabo sus actividades junto a otros ciudadanos en contextos naturales: su barrio, el polideportivo, la biblioteca, etc. Estar presentes y participar activamente en la Comunidad, aportando nuestros valores.
- Aumentar la participación significativa de las personas con discapacidad y sus familias en la Fundación. Hacer cosas CON las personas y no sólo PARA y POR las personas.
- Fomentar alianza con otros. Estar abiertos a generar alianzas y a trabajar en red con otras organizaciones públicas y privadas, empresas, voluntarios y colaboradores.
- Queremos seguir innovando y ser agentes de cambio y transformación social para contribuir a generar una sociedad más justa e igualitaria.
Para llevar a cabo este proceso de transición cultural y liderazgo hemos contado con un proceso de consultoría externa (Fundación EDE) que nos ha acompañado en la formación en habilidades de liderazgo, desde un modelo de liderazgo horizontal y de contribución y el despliegue de un proceso de mejora organizacional. Actualmente, contamos con 32 profesionales de perfil estratégico dentro de la organización que actúan como agentes de cambio y despliegan las competencias adquiridas en sus diferentes áreas de actuación. Así mismo, se han generado 8 propuestas de mejora organizacional que se están desplegando y que están integradas en el IV Plan Estratégico de la Fundación, así como con el plan de mejora del modelo de Calidad de Plena Inclusión.
El siguiente paso en este proceso de transición cultural consiste en impartir esta misma formación a las personas con discapacidad intelectual y a las familias, que desde hace un año se han incorporado de manera activa a este proceso de transformación.