Las personas con parálisis cerebral presentan una lesión que puede generar la alteración de otras funciones superiores e interferir en el desarrollo del sistema nervioso central. Debido a la irreversibilidad de las lesiones neurológicas, el desorden es permanente, pero no inmutable, ya que sus manifestaciones y repercusión en la persona pueden ir variando, aun cuando la lesión no es progresiva, no aumenta ni disminuye y tampoco constituye un trastorno de tipo degenerativo.
Dado el carácter global de la parálisis cerebral es susceptible de afectar a todos los ámbitos funcionales de la persona:
- En su capacidad de movimiento y autonomía.
- En sus posibilidades de comunicación e interacción de su entorno.
- En sus aprendizajes y vivencias, en el disfrute del ocio y tiempo libre.
- En sus condiciones de salud (dificultades digestivas, respiratorias, y cardiacas).
En este sentido, la alimentación es un proceso inherente a la vida y creemos que cuidarla es una de las mejores vías de promoción de la salud y el bienestar. Para la persona con parálisis cerebral es vital una adecuada nutrición y una dieta sana para su potencial de desarrollo. Sin embargo, debido a que la lesión en el cerebro puede alterar la motricidad de la boca y estructuras deglutorias, es muy frecuente que se presenten dificultades en todo el proceso. En la mayoría de los casos, presentan alteraciones anatómicas, funcionales, de comunicación y sociales que dificultan que estas personas disfruten de una alimentación segura, eficaz y participativa.
Esto puede llevar a un significativo deterioro en su capacidad de nutrición, favoreciendo la aparición progresiva de problemas derivados de la malnutrición como el estreñimiento, la osteoporosis, etc. Así mismo, aparecen también, el riesgo de aspiraciones y atragantamientos y otros problemas como el reflujo gastroesofágico.
El “Proyecto de alimentación y nutrición adaptada para personas con parálisis cerebral” se centra en la implantación de nuevas técnicas de elaboración y adaptación de alimentos crudos y cocinados, para conseguir texturas que se ajusten a las necesidades de las personas con parálisis cerebral, de manera que les aporten mayor sabor, mayor variedad y un adecuado aporte nutricional. Una alimentación segura, adaptada y ajustada a sus necesidades mejorará directamente la calidad de vida de las personas con parálisis cerebral.