Finca El Cabillón es un proyecto de la Fundación EDES que se pone en marcha en 2006. Se crea para ofrecer una oportunidad de empleo a personas con discapacidad intelectual de la comarca rural del noroccidente de Asturias, a través de la creación y mantenimiento de un proyecto de empleo protegido.
Como Centro Especial de Empleo, Finca El Cabillón, tiene entre sus objetivos la creación de puestos de trabajo estables y diversificados, es decir, en distintas actividades.
Con este proyecto se busca:
Asegurar un empleo remunerado y prestar los servicios de apoyo personal y social que puedan necesitar las personas trabajadoras con discapacidad intelectual.
Facilitar el acceso al empleo como forma de inclusión, con la participación de las personas implicadas en su propio desarrollo personal.
Articular los medios para facilitar el acceso a recursos de formación, apoyo y asesoramiento.
Las principales líneas productivas son:
La producción agraria ecológica.
El mantenimiento de zonas verdes y servicios de jardinería.
La sensibilización en agroecología y medioambiental.
La venta directa de los propios productos en mercados locales, tienda de productos ecológicos en la propia finca.
Todo ello tratando de ofrecer puestos de trabajo variados y de hacer más visible el proyecto, así como el potencial de las personas con discapacidad y dando a conocer nuestra realidad en la Comarca.
Para poner en marcha y mantener el proyecto se ha contado con el respaldo de la Comunidad, el apoyo de particulares, entidades y organizaciones, siendo muy importante contar con el respaldo de los Grupos de consumo que promueven la agroecología, que difunde otra forma de entender el consumo consciente, sostenible y solidario, local, cercano a quien produce los alimentos.
Como buena práctica se ha conseguido ofrecer empleo en una comarca en la que las personas con discapacidad tenían escasas oportunidades, pero además se está logrado consolidar un espacio compartido, abierto, en el que los centros educativos, asociaciones y colectivos diversos, puedan desarrollar y/o participar en actividades inclusivas, en contacto con los recursos que aporta el medio.
En estas actividades de sensibilización, formación e intercambio, trabajando alrededor del cuidado del medioambiente, son las personas con discapacidad las protagonistas. Ellas son las que enseñan, las que demuestran su experiencia y saberes, atendiendo a las visitas y haciendo de guías en el entorno, explicando el proyecto en el que trabajan, cuáles son las diferentes tareas desde la preparación de la tierra y la siembra hasta la recolección de las diferentes frutas y verduras, sanas para quien las consume y para la Tierra y también poniendo en valor la importancia de respetar a las personas que trabajan para producir nuestros alimentos.
Todo ello relacionado con las otras acciones que a través del trabajo en diferentes redes y la participación en ferias y mercados ponen en valor su papel en la preservación del medioambiente, el desarrollo rural y la fijación de población en nuestros pueblos.